“Polvo eres y en polvo te convertirás”. “Conviértete y cree en el evangelio”. Esas frases, pronunciadas por sacerdotes mientras dibujan con ceniza la señal de la cruz en la frente de los feligreses, representan todo el Miércoles de Ceniza: el inicio de la Cuaresma.
Desde las primeras horas de este día, miles de feligreses en El Salvador se hicieron presentes en las principales iglesias y parroquias para celebrar el inicio de la Cuaresma y mantener viva la llama de la fe en tiempos donde la incertidumbre y la preocupación han predominado en el mundo. La pandemia no detuvo a los cristianos católicos ni apagó su devoción.
Miles de salvadoreños asistieron a las diferentes iglesias católicas para ser partícipes de este evento que significa el reencuentro con Dios. Este año siguen presentes las medidas de bioseguridad por COVID-19, pero con mayor flexibilidad, considerando la inmunización de la población con las vacunas y la baja en casos de contagios registrados por el Ministerio de Salud, por lo tanto, cada sacerdote celebrante de la eucaristía podrá elegir la forma en que impondrá a los feligreses la ceniza: ya sea en la frente o en la coronilla de la cabeza.