El Salvador ha alcanzado un total de 778 días sin homicidios durante la administración del presidente Nayib Bukele.
Este récord histórico contrasta significativamente con los gobiernos del FMLN, que en una década lograron únicamente dos días sin muertes violentas.
El avance en materia de seguridad refleja una reducción drástica de la criminalidad y un debilitamiento profundo de las estructuras pandilleriles, resultado de estrategias como el Plan Control Territorial y el régimen de excepción.
Estas medidas han permitido la captura de miles de criminales y la recuperación de territorios que antes estaban bajo el control de grupos delictivos.
Este logro ha transformado a El Salvador en uno de los países más seguros de la región, consolidando un ambiente de paz y tranquilidad para la población.