El beneficio no tenía soporte legal desde que el ramo de Cultura se separó del Ministerio de Educación en 2009 para convertirse en Secretaría.
La iniciativa fue presentada por el Ministerio de Cultura con el propósito de dar oportunidades de desarrollo y crecimiento salarial, tanto al personal en funciones administrativas como el de funciones técnicas.
El beneficio aplicaría para los empleados que tienen más de tres años de trabajar en la institución, independientemente si su vinculación contractual es mediante ley de salarios o contrato por servicios profesionales, excepto los financiados por el Fondo de Actividades Especiales y las plazas de ministro y viceministro de Cultura.