A dos años del golpe de Estado en Bolivia, el actual presidente, Luis Arce, acusó públicamente a líderes opositores de querer repetir el escenario del 2019, mientras el país plurinacional atraviesa una semana de protestas antigubernamentales y disturbios, que ya dejaron el saldo de un muerto en Potosí.
El punto máximo de la tensión discursiva se produjo cuando el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Rómulo Calvo, dijo ante sus seguidores que algunos sectores sociales, como los trabajadores mineros, se están plegando a las manifestaciones: «Van a estar en las calles y van a tumbar a este Gobierno», vociferó el dirigente sobre un escenario.
Este viernes Bolivia cumple su quinto día consecutivo del paro nacional, con fuertes movilizaciones antigubernamentales. Se espera que las medidas de fuerza se extiendan también el fin de semana en varias ciudades. Actualmente, los epicentros de las manifestaciones están en Santa Cruz de la Sierra y Potosí, pero también en menor medida dentro de Tajira, Cochabamba, La Paz, Oruro, Trinidad y Sucre.