Cuba comenzó la aplicación de vacunas de refuerzo contra el coronavirus en su población con dos de sus propios antígenos, Soberana Plus y Abdala, informaron este lunes científicos y autoridades sanitarias.
La nación caribeña es la única en el continente que desarrolló sus propios inyectables, con los que ya protegió con un esquema completo –tres dosis– al 83% de su población, incluyendo los niños de más de dos años.
“Abdala y Soberana Plus son vacunas por subunidades y se basan en la proteína RBD producida en levaduras y células de mamíferos respectivamente”, escribió en su cuenta en Twitter Gerardo Guillén, el director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). “Ambas son intercambiables para uso como dosis de refuerzo, independiente del esquema primario”.
Las autoridades sanitarias de la isla apostaron junto con el polo biotecnológico por no sumarse a mecanismos internacionales como COVAC para obtener vacunas y enfrentar al COVID-19 y en cambio pusieron el acelerador hasta lograr sus productos producidos por el CIGB y el Instituto Finlay –responsable además del tercer antígeno Soberana 02–.