El gobierno de Guatemala impuso el día de ayer, el estado de sitio en dos comunidades indígenas tras una masacre perpetrada el fin de semana, que dejó 13 muertos.
Once de las 13 víctimas ultimadas en el marco de un añejo conflicto por tierras fueron enterradas en Santa Catarina Ixtahuacán, tras un corte de ruta de 10 horas por parte de esa comunidad maya en reclamo de justicia.
La medida también fue para reclamar al gobierno que ponga fin al conflicto territorial de más de 100 años entre la mencionada comunidad y la vecina Nahualá, también maya, a la que acusan de la masacre.