Este fin de semana, la cantante Karol G ofreció dos conciertos en la Explanada Cayalá, en Guatemala, para promocionar los temas de su aclamado y exitoso disco ‘Mañana será bonito’. La estrella de la música llegó al país el viernes, donde ofreció su primer recital en tierras guatemaltecas, y el sábado repitió ante un estadio repleto de personas, en el que acabaría desatándose la tragedia.
A la salida del espectáculo, dos jóvenes de 21 y 30 años, según informan las autoridades del país, perdieron la vida tras ser tiroteados. El incidente tuvo su origen en una discusión entre los fallecidos y la persona a la que habían pagado para que cuidara de su vehículo, allí estacionado. El coche había aparecido con los cristales rotos y éstos culparon de lo ocurrido al vigilante, quien no dudó en sacar su pistola y descargarla contra ellos.
Una de esas balas, asimismo, terminó impactando contra una mujer embarazada, de 31 años, que falleció en el acto. Se trataba de una madre que había acudido al concierto de la artista colombiana con sus dos hijos, de once y dos años, respectivamente. En definitiva, lo que debería haber sido una noche de celebración y disfrute terminó convirtiéndose en una jornada de duelo nacional, como ha declarado el ministro de la gobernación de Guatemala, Francisco Giménez, horas después del suceso.
«Una noche de alegría fue enlutada por un ataque directo», lamentó el responsable gubernamental. El político quiso elogiar a la policía por su rápida intervención, «aunque eso no quita dolor a las familias», y lanzó un mensaje contundente «a estos criminales que piensan que pueden salirse con la suya». «Les cuento que la fiesta se acabó», sentenció. Al agresor, que ya ha sido puesto a disposición judicial, le fue requisada una pistola de 9 milímetros de calibre, para la que no contaba con la correspondiente licencia.