La inflación en EE.UU. se disparó en noviembre un 6,8 %, lo que constituye la tasa más alta desde junio de 1982, informaron este viernes desde el Departamento del Trabajo del país norteamericano. Este aumento podría impulsar a la Reserva Federal a reducir rápidamente sus compras de bonos.
Estas cifras tendrán un fuerte impacto en el alza de precios en materias primas, canasta básica y el plástico, material vital para los procesos de empaques de farmacéuticas y grandes industrias.
El índice de precios al consumo subió un 0,8 % el mes pasado, después de que aumentara 0,9 % en octubre.
«La elevada inflación que vive EE.UU. tiene dos responsables fundamentales: la política de estímulos financieros implementada durante el pasado año y medio para dar respuesta a la crisis de la covid-19 y la escasez de mano de obra», dijo el profesor de Economía de la Universidad de Duke Connel Fullenkamp.