La Oficina Nacional de Gestión de Riesgos y Catástrofes de Madagascar elevó este miércoles 9 de febrero, a 92 el número de muertos tras el paso del ciclón Batsirai, 60 de los cuales ocurrieron en el distrito de Ikongo, y advirtió que estas cifras pueden empeorar porque algunas zonas siguen estando incomunicadas. Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que destruyeron casi 7.500 viviendas.
«Es la hecatombe», dijo por teléfono a la agencia de noticias AFP el diputado del distrito, Brunelle Razafintsiandrofa, precisando que «la mayor parte de las víctimas murieron por el derrumbe de sus casas». Según las autoridades, más de 94.000 personas se vieron afectadas y 112.115 desplazadas en el país. Numerosas ONG y agencias de la ONU empiezan a desplegar recursos y equipos.
El ciclón tropical se adentró en Madagascar en la noche del sábado al domingo, por una franja costera de 150 km de largo poco poblada y agrícola, antes de desplazarse hacia el centro de la isla, destrozando sus arrozales y haciendo temer una crisis humanitaria.