Un catastrófico terremoto de magnitud 7,8 ha dejado más de 2,300 personas muertas y alrededor de 8.500 heridos entre Turquía y Siria este lunes, según avanza el balance provisional de ambos países. El epicentro del sismo tuvo lugar en el sureste de Turquía, en la región de Kahramanmaras, afectando varias regiones. El vicepresidente turco, Fuat Oktay, ha detallado que más de 1 700 edificios colapsaron.
Un segundo movimiento telúrico se registró horas después en la misma región con una magnitud de 7,7 en el lado sirio, los Cascos Blancos, el principal grupo de rescatistas del noroeste del país, han declarado un “estado de emergencia» en la zona, situación que catalogan de «destrucción generalizada».
El Centro Nacional de Monitoreo Sísmico de Siria afirmó que el terremoto ha sido el más fuerte registrado por sus sistemas en casi tres décadas y alerta de más réplicas en los próximos días.