Un equipo de científicos de la Universidad de Princeton y de la Universidad de Washington ha desarrollado una cámara ultracompacta del tamaño de un grano de sal grueso, capaz de tomar imágenes a color con nitidez, comparables a las logradas por la lente de una cámara compuesta convencional, a pesar de ser unas 500.000 veces más pequeña.
El sistema de la microcámara, señala la Universidad de Princeton, se basa en una tecnología conocida como metasuperficie, compuesta de unos 1,6 millones de postes cilíndricos microscópicos, cada uno de los cuales posee una geometría distinta y funciona como una antena óptica independiente. Los diminutos sensores son incrustados en un espacio de medio milímetro, en un proceso similar al de la elaboración de microprocesadores.