El Banco de España ha acometido un drástico recorte a las previsiones de crecimiento de PIB para este año para situarlo en el 4,5% (un 1,9% menos de su anterior estimación y una décima menos de lo que calcula Bruselas) y en el 5,4% en 2022 (frente al 5,9% previo). Retrasa así la recuperación de los niveles de PIB previos a la pandemia hasta 2023.
El Banco de España cita las presiones inflacionistas como uno de los elementos más preocupantes, tanto por su impacto en la política monetaria, como en la economía de los hogares.