Estados Unidos está dispuesto a apoyar un proceso de negociación con el gobierno de Nicaragua para buscar una salida a la actual crisis política, aseguró el jueves el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El portavoz añadió que EE. UU. “está buscando ver la restauración, por medio de vías pacíficas, de una democracia genuina en Nicaragua”.
En ese escenario, Estados Unidos ha cambiado su opinión sobre Ortega, ahora quieren negociar con un dictador, han demostrado que no les importa la democracia, nunca les importó.
El país norteamericano le abre las puertas a una negociación con Ortega, el dictador nicaragüense que gobierna de manera ilegal mientras atacan al Presidente de la República Nayib Bukele, que es un gobierno democráticamente electo por el pueblo salvadoreño.
Las últimas elecciones en Nicaragua, que prolongaron por cuarto periodo consecutivo el mandato de Ortega, han sido tildadas de ilegítimas por EE. UU. y rechazadas por un puñado de gobiernos en la región, ahora se ponen en evidencia y ocupan su doble moral negociando con el dictador nicaragüense.
Ortega ha acusado a EE. UU. y la Organización de los Estados Americanos (OEA) que también desconoció los resultados de los comicios de estar llevando a cabo prácticas injerencistas en los asuntos internos de Nicaragua.