Islandia, uno de los tres países del mundo junto a Noruega y Japón que sigue cazando ballenas con fines comerciales, prevé poner fin a esta actividad a partir de 2024 debido a que la demanda disminuye, dijo el viernes la ministra de Pesca.
Las cuotas islandesas, establecidas por última vez en 2019, autorizan cada año a que se cacen 209 ejemplares de rorcual común, el segundo mayor mamífero después de la ballena azul, y 217 de ballena minke o rorcual pequeño, uno de los cetáceos menores. Estas cifras están en vigor hasta 2023.
Pero desde hace tres años, las dos firmas que poseen las licencias en Islandia están paradas. Una de ellas anunció hace dos años que cesaba totalmente su actividad.