Los líderes políticos australianos se disculparon este martes con las empleadas y políticas que han soportado décadas de intimidación, acoso y agresión sexual dentro de la Casa Parlamentaria y otras oficinas gubernamentales, expuesta por la investigación de la Comisionada de Discriminación Sexual de Australia, Kate Jenkins.
Los presidentes de la Cámara de Representantes y el Senado entregaron su disculpa en nombre de una muestra representativa de partidos como parte de una declaración que reconoce una cultura laboral tóxica.
Dirigiéndose a los diputados, el propio primer ministro, Scott Morrison se disculpó directamente ante Brittany Higgins, que denunció haber sido violada por un compañero en una oficina ministerial en 2019 e impulsó así la investigación del tema.
«Lo siento señora Higgins por las cosas terribles que pasaron aquí, pero lo siento todavía por mucho más, por todas aquellas que antes de la señora Higgings soportaron lo mismo», afirmó. «Durante muchas décadas, se perpetuó un ecosistema, una cultura, en la que era normal la intimidación, el abuso y el acoso, en algunos casos incluso la violencia», lamentó el primer ministro.