El papa emérito Benedicto XVI reconoció que se produjeron “errores” en el manejo de casos de agresiones sexuales cuando era arzobispo de Munich y pidió perdón, pero recalcó que él no cometió ningún delito.
“He llegado a comprender que nosotros mismos caemos en esta grave falta cada vez que la descuidamos o no la enfrentamos con la decisión y la responsabilidad necesarias, como sucedió y continúa sucediendo con demasiada frecuencia”, y añadió, «Una vez más solo puedo expresar a todas las víctimas de abuso sexual mi profunda vergüenza, mi profundo dolor y mi sentido pedido de perdón”, afirmó el pontífice en una carta difundida por el Vaticano este 8 de febrero.
El reporte concluyó que Benedicto XVI habría tenido conocimiento de al menos cuatro casos de abusos contra menores, cometidos por religiosos bajo su jerarquía cuando se desempeñó como arzobispo de Munich y Freising entre 1977 y 1982, y no hizo nada al respecto.
Los autores del informe acusaron a Josep Ratzinger, nombre de origen del líder religioso, de no castigar o exponer a los sacerdotes acusados, incluso después de que fueron condenados penalmente.