Según el comunicado del ministerio de Defensa ruso, el objetivo de los ejercicios conjuntos es «suprimir y repeler una agresión externa». Las maniobras han exacerbado las tensas relaciones de Rusia con Occidente, que ha alertado de que Moscú ha desplegado al menos 100.000 soldados en su frontera con Ucrania en anticipo de una posible invasión.
Ni Moscú ni Minsk han revelado la cantidad de soldados que participan en los ejercicios. Estados Unidos asegura, por su parte, que Rusia pensaba enviar 30.000 soldados a varias regiones de Bielorrusia. Ante las preocupaciones occidentales, el Kremlin ha insistido en que no tiene intenciones de dejar a sus tropas permanentemente en Bielorrusia.
El ministerio ruso de Defensa dijo el jueves que su personal militar entrenaría para reforzar secciones de la frontera bielorrusa para bloquear el envío de armas y municiones al país, entre otros escenarios.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunció como un medio de «presión psicológica» la concentración de soldados rusos en las fronteras de su país, el día del lanzamiento de las maniobras militares de Rusia y Bielorrusia.