El secretario de Estado de Seguridad del Reino Unido, Damian Hinds, pide a la población que «se mantenga a salvo», subrayando que el Ejército estaba listo para hacer frente a los efectos de Eunice, una de las tormentas más violentas en tres décadas.
El sur de Inglaterra registró vientos récord de hasta 195 km por hora, informó la oficina meteorológica británica, mientras en las costas inglesas la tormenta levantaba un violento oleaje y las calles de Londres estaban casi desiertas.
Se cancelaron numerosos vuelos en aeropuertos de todo el país y las compañías ferroviarias pidieron a los pasajeros que «no viajen». Más de 70.000 hogares estaban privados de electricidad en Inglaterra y unos 80.000 en la vecina Irlanda.
Las autoridades advirtieron del riesgo de graves inundaciones y «riesgo particularmente alto» de accidentes en las autopistas y numerosas escuelas permanecieron cerradas a la espera de una reunión de crisis del gobierno británico por la tarde.