A medida que EE.UU. y sus aliados endurecen las sanciones contra Rusia y bloquean la demanda de los inversores por los activos del país euroasiático, hay quienes en Wall Street están aprovechando la oportunidad de compra que las sanciones occidentales ha generado, informa Bloomberg.
En los últimos días, Goldman Sachs Group y JP Morgan Chase han estado comprando los bonos «deprimidos» de empresas vinculadas a Rusia, porque los fondos de cobertura que se especializan en la adquisición de deuda barata buscan abastecerse de esos activos, según fuentes familiarizadas con esas operaciones.
Los bancos suelen comprar deuda porque sus clientes se lo piden o porque esperan encontrar compradores listos para hacerse con esos activos. Apostar por títulos de alto riesgo es algo habitual en Wall Street, y las sanciones impuestas contra Rusia no prohíben el comercio directo de activos, aclara el medio de comunicación.