La información que se desarrolla en Haití, menciona que por el momento se contabilizan aproximadamente 89 personas fueron asesinadas, mientras que otras 16 se encuentran desaparecidas, debido a la guerra entre las bandas armadas G-9 y G-PEP en el barrio Cité-Soleil de la capital del país, Puerto Príncipe.
Además, la escasez de combustible coloca un ambiente mucho más crítico para el país, donde ciudadanos se han tomado calles y gasolineras en manera de protesta.
De las personas asesinadas, medios informaron que 21 de ellas fueron quemadas vivas. Situación que, hasta el momento, la Policía Nacional haitiana no se involucre en los enfrentamientos, rechazando que el silencio sea la respuesta de las autoridades estatales ante la situación debido a miedo por sus vidas.
En el ataque fueron destruidas 127 casas, algunas con maquinaria pesada, y otras incendiadas. Al día siguiente, fueron asesinadas aproximadamente 47 personas, de las cuales 16 eran miembros de la banda G-PEP.
Ante la crisis, el precio aumenta cada día más, pues el mercado informal se ha adueñado del negocio, vendiendo a más de $12.08 dólares el galón, más del doble del precio establecido para las estaciones de servicio, que desde hace semanas se encuentran cerradas.
Los ciudadanos se acercaban con la esperanza de llenar los tanques, pero ante la falta de suministro, se lanzaron a las calles para bloquear carreteras en el centro de la capital, Puerto Príncipe, en donde prendieron diversos objetos a modo de protesta.