El plazo sigue abierto. Líderes de las comunidades indígenas Nasa y Emberá Chamí, en Colombia, le dieron un ultimátum de 10 días a The Coca-Cola Company para que explique las razones por las que hace «uso no consentido» de su marca.
Mediante una carta enviada a los ejecutivos de la compañía, los líderes de esas comunidades denuncian que la empresa se ha apropiado ilegalmente de la coca, que nombra a un cultivo ancestral heredado «a la mayoría de los pueblos de Abya Yala» y sobre el cual hay mecanismos de protección internacional para garantizar «el goce, disfrute y usufructo en general del patrimonio cultural y biológico de los pueblos».
En el escrito, remarcan que el pedido viene por solicitud de las Nasa Wala (consejos de sabios), en su condición de dueños ancestrales de la milenaria hoja de coca: «Ellos nos han pedido indagar por explicaciones al uso no consentido de la marca Coca-Cola y de la planta misma, sin que se hayan surtido los requisitos legales previstos para estas situaciones en la normativa nacional, andina y el sistema internacional de los Derechos Humanos».
En diciembre del año pasado, Coca-Cola envió a sus abogados para prohibirles el uso del nombre «coca» para los productos a base de ese cultivo. «Amenazan con demandas legales en los próximos días. Tras de ladrones, bufones. ¡Respeten a los pueblos indígenas!», denunció la líder Fabiola Piñacué, quien está a cargo de Coca Nasa.
La multinacional se considera «propietaria a nivel mundial» de la marca registrada en Colombia, «para distinguir múltiples productos y servicios, en particular bebidas gaseosas no alcohólicas», por lo que exigió el retiro de los rubros de la empresa de Piñacué, que comercializa infusiones, bebidas energéticas, alimentos, coca medicinal y hasta cerveza a base de la hoja, a la que bautizaron como Coca Pola.